Cuando en octubre del 93, nace la señal MTV para América Latina, que iba a reemplazar la señal internacional que contaba con solo unas horas para el público en español, a penas llegaba a 1 millón de suscriptores. 15 años después, la señal llega a más de 10 millones, sin embargo, ha cambiado mucho su programación desde aquellos días.
La señal de MTV Latino significó un hecho importante dentro de la industria musical regional ya que hasta ese entonces no existía un único medio que transmitiera para toda la región. Habían solamente medios que transmitían desde un país y llegaban hasta donde su influencia permitiese. La señal para quedar la neutralidad eligió Miami como centro de operaciones.
Mucho se decía de la música que sería el centro del canal. ¿Gloria Estefan?¿Juan Luis Guerra?¿Julio Iglesias? Latinos y supervendedores, ¿no? Pero la señal optó por transmitir música pop-rock en español, sumado obviamente a los videos anglo. Debido a que la MTV yankee tenía tendencia alternativa, la latina también se enfocó por ese rumbo y daba chance a bandas que hasta ese entonces y en otro medio de gran envergadura no la hubieran tenido. Lo bueno fue que pese a que siguió una receta (franquicia) similar a la señal madre, no la imitó sino que buscó cierta originalidad y fomento de identidad. Es por eso que bandas como Café Tacuba y Los Fabulosos Cadillacs encuadraron muy bien dentro de lo que proyectaba la señal.
Algunos ilusos creyeron que como las bandas latinas tenían sus videos en la señal, entonces era muy sencillo que tuvieran oportunidad para ser oidos por los del norte. Ilusos, porque no se dieron cuenta que la señal era especializada y hecha para un público latinoamericano. Muchos en la industria empezaron a apostar por ese rumbo y se manejo mucho dinero y promoción de estas bandas en los Estados Unidos. Años 95, 96, 97...La escena tenía propuesta pero aún eso no basta para poder romper los paradigmas de lo estereotipado que puede ser una banda latinoamericana.
MTV rotaba constantemente los videos de grupos que valían la pena, ya por el 98, MTV da una medida mortal para lo que significaba la escena, la división en señal para México y Argentina, para "celebrar" el hecho se hacen dos unpluggeds para cada señal: la de Santa Sabina y los Ratones Paranoicos. Aunque para la gente que quería más bandas nacionales (de su respectivo país) era una noticia genial, la verdad es que empieza a desfragmentarse lo que parecía una sola escena latina. Pero la verdad en ese entonces, ya desde los Estados Unidos, habían otras tendencias: lo alternativo ya no era lo fresco, llegan masivamente bandas juveniles de pop vocal para chicas quinceañeras, y luego también Brtiney Spears.
La tendencia pop no tardaría en calar en Latinoamérica. Bueno, en realidad, siempre estuvo aquí, solo que durante la década no le había quitado el espacio a las bandas de rock en español y alterlatino, por lo que siempre hubiera un sitio para todo y se pueda cultivar la diversidad no había mayor problema. Sin embargo, esta vez la industria musical quería usar a MTV como plataforma para lanzarlo a nivel mundial, básicamente en Estados Unidos. Precisamente lo que no pudo funcionar con el rock latino se quería hacer con el pop. MTV inicia una transición con el unplugged de Maná (y con el cual los discos de esta serie empiezan a tomar las listas de Billboard USA), pero el caballito de troya era Ricky Martin, quien ya había cosechado muchos triunfos pero no tenía su número en el país del norte.
El rock en español queda relegado aunque jamás perdió su lugar completo en la señal. El problema fue que la regionalización benefició a las bandas de pop que eran las que si se podían ver en las 3 señales (nació MTV Central, con sede en Chile -actualmente en Colombia-). Lo peor será que el canal se diseñó para fanclubs y cada vez menos para los interesados en música. Programas que medían la popularidad de los artistas solo programaban artistas efímeros, sumado a otros programas que aclamaban la banalidad.
El siguiente problema nace a partir del 2001 (y cada año más intenso) y se trata de la pérdida de horas dedicada a la transmisión de videos por programas de otra índole (el cual siempre hubo pero estaban indirectamente relacionados con los videos clips). Lamentablemente, la señal dirigió la media de su audiencia a chicos de 13 años (sin ánimos de ofender a los púberes) y perdió algo de interés por ofrecer una buena paleta musical. Ironicamente, seguía vendiendo ese aire de "rebeldía" que siempre vende, pero esta vez con un culto a lo obsceno como entretenimiento.